Las bienaventuranzas

Vivir como el Hijo. Vivir como Hijos
Deliciosas meditaciones acerca del mensaje central de Jesucristo: el sermón de la montaña. Las Bienaventuranzas, señala el autor, son el modelo de vida, el camino que el mismo Jesús realizó y por el cual el ser humano encuentra su plenitud.
Las bienaventuranzas
Sello: Lumen
ISBN: 987-00-0362-1
Páginas: 128
Año: 2003
Autor: Horacio Bojorge
Disponibilidad: Disponible
Precio: u$18
Cant.:  

"Un libro para la meditación cotidiana, con reflexiones, aplicaciones prácticas y plegarias, en torno al mensaje central de Jesús." Deliciosas meditaciones acerca del mensaje central de Jesucristo: el sermón de la montaña. Las Bienaventuranzas, señala el autor, son el modelo de vida, el camino que el mismo Jesús realizó y por el cual el ser humano encuentra su plenitud. Horacio Bojorge reflexiona en torno a cada una de las Bienaventuranzas, los ejemplos que de ella aparecen a lo largo de los Evangelios, la aplicación práctica en la vida del lector, para concluir con una plegaria que expresa el anhelo de encarnar, como Hijo de Dios, ese mensaje en nuestro camino de vida.

Indice
Indice
Prólogo 9

Introducción
Acerca de las Bienaventuranzas en general 13

Primera bienaventuranza
"Felices los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos" 17

Segunda bienaventuranza
"Felices los mansos, porque el Padre les entregará en herencia la tierra" 25

Tercera bienaventuranza
"Felices los que lloran, porque el Padre los consolará" 33

Cuarta bienaventuranza
"Felices los que tienen hambre y sed de la justicia, porque el Padre los saciará" 41

Quinta bienaventuranza
"Felices los misericordiosos, porque el Padre los tratará con misericordia" 55

Sexta bienaventuranza
"Felices los puros de corazón, porque ellos verán al Padre" 69

Séptima bienaventuranza
"Felices los que obran la paz, porque el Padre los llamará: 'hijos míos'" 89

Octava bienaventuranza
"Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos" 99

Epílogo para jóvenes
Juan Pablo II a los jóvenes 117 
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